miércoles, 29 de febrero de 2012

El Mundo ha perdido su Brújula

Bismillahi Rahmani Rahim

Nuestro Gransheykh nos está diciendo: “Este sheytán está sentado en un gran camión que tiene un motor poderoso. Tanta gente se encuentra detrás de ese camión, y sheytán lo está  conduciendo  hacia el océano, o hacia un precipicio, listo para caer.” Nuestro Sheykh  está diciendo: “Nosotros (los Awliya, él y tantos como él, hay 124.000) estamos intentando detener desde atrás el camión para que no caiga al precipicio, para que no se sumerja al océano, pero la fuerza física que el camión está transportando  hace a un costado a cada uno de nosotros. Entonces debemos saber hacia dónde dejarlo ir.” Y ellos gritan a quienes quieren seguridad diciendo: “¡Salten del camión! De otra manera, el fin es hundirse en la profundidad.”

Saltar del camión significa volverse hacia las leyes del Islam. No existe otro camino. Abandona los caminos del ego, abandona los caminos de otras enseñanzas, deja el tipo de enseñanzas que te quiera dar el gobierno, y el de los estudios en la escuela que te dicen “diviértete”. No hay nada que disfrutar en este mundo. No hemos sido creados para intentar divertirnos. El disfrute es en el Otro Mundo. Y debemos tener disciplina para ser capaces de aceptar las leyes del Islam, para desarrollarlas en nosotros mismos y empezar a beneficiarnos de ellas. Todas esas leyes están para enseñarnos como alcanzar las estaciones más elevadas, convertirnos en Insan al-Kamil, el ser humano más perfecto. Entonces nos enseñarán progresivamente como tener mejor disciplina, como poseer mejor Adab, buenas maneras.

El Islam primero puso leyes diciendo: “Cosas prohibidas. Halal y Haram.” Haram y Halal, esto es, qué podemos y qué no podemos tener, comer, beber y disfrutar. Todas las naciones de hoy en día, incluidos los países Islámicos,  se han apartado de las leyes de Allah. Ellos han impuesto sus propias leyes. Leyes humanas. Luego dicen: “Oh, no estamos interfiriendo en los asuntos de la religión.  Vive como te guste.” Pero ellos no lo están permitiendo. Están interfiriendo en la religión todo el tiempo. Está bien visto en un país asistir a bares, clubs, discotecas y toda esa clase de sitios equivocados. El gobierno les da autorización diciendo: “Estos son los límites. Vive acorde a ellos y disfruta cuanto quieras dentro de esta habitación. Si lo deseas vuélvete loco. No salgas. Bebe tanto como quieras, pero si estas demasiado ebrio no conduzcas auto, deja que alguien te lleve a casa.” Esto es lo que los gobiernos le dicen a la gente, algunos gobiernos, especialmente en el Medio Oriente. Y está bien, no es ilegal, es todo legal. Puedes tener bares, puedes tener clubs, y puedes tener todo tipo de cosas que solo se dirigen al ego. Está bien.

Cuando vas a esos gobiernos (Islámicos) pidiéndoles una licencia y les dices: “También acepto tu camino secular. Permíteme vivir acorde a mi religión dentro de tu medio secular. Te estoy pidiendo permiso para abrir una Dergah y tener diez personas, quince personas, cincuenta o cien personas en la Dergah diciendo ‘Allah’. No nos gusta ir a bares, clubs y discotecas, no nos gusta volvernos locos bebiendo y tomando todas esas cosas erróneas. Sólo nos gustaría estar juntos en este lugar para decir ‘Allah’.” Encontrarás ahora que los gobernantes dicen: “¡ No! No te damos permiso para hacer eso.”

Mmm. Entonces le das permiso a un hombre para que tenga un micrófono en sus manos… algunos de los que aparecen en televisión ni siquiera son hombres. Lucen como hombres pero no lo son. Algunas lucen como mujeres pero están desnudas, mostrándose en la televisión, cantando, bailando, haciendo que la gente las admire y corra tras ellas… y se les otorga permiso para todas esas cosas equivocadas, en tanto que a los creyentes no se les concede para recordar a su Señor en sus propios hogares. ¿Cómo esperas que tu gobierno permanezca durante mucho tiempo? Ni siquiera un gobierno militar ha subsistido más de cien años. En cien años se viene abajo. La historia nos muestra desde el tiempo de Faraón y Namrud hasta cualquier otro. Queriendo decir que los gobiernos opresores que castigan a la gente no han subsistido por mucho tiempo. Aún ahora, cada uno de esos no subsistirá demasiado.

Ellos pretenden ser Musulmanes, y que viven acorde al Islam. ¿Acorde a qué Islam? ¿El Islam que has inventado acorde a las inclinaciones de tu ego, o el Islam que el Sagrado Profeta (saws) vino a enseñarnos? ¿Qué clase de Islam?¿La clase de Islam que has inventado de acuerdo a tu propio ego? Si, ellos viven el tipo de Islam que va tras los caprichos del ego. Esta es la razón por la que no mantienen las leyes de Allah. Han hecho a un lado las leyes de Allah , han incorporado leyes humanas y gritan que hay terroristas por todos lados. Claro que sí. No está funcionando. Tus leyes no están funcionando. Vuelve a las leyes de Allah, y observa cuán rápido empieza a funcionar.

Estoy sorprendido de escuchar hoy en día, de ciertos Musulmanes que ellos apoyan, decir: “Debemos tener bombas nucleares. Los dirigentes musulmanes deben tener bombas nucleares.” Permite que te pregunte:¿Qué harás con esa bomba nuclear?¿Piensas que teniendo bombas nucleares detendrás a quienes te oprimen? Es “su” bomba. Encontrarán algo más sobre ti nuevamente. Entonces, si tienes la bomba nuclear, ¿qué harás?¿la usarás sobre América, o la usarás sobre Rusia, o sobre China, o sobre Israel (como no paran de declarar)? Tan pronto en cuanto América da un ultimátum a un país, dicen: “Golpearemos a Israel”. ¿Qué sucederá cuando golpees a Israel? Cuando golpees a Israel también lo harás con el Líbano, Jordania, y todos los países musulmanes. Y dentro de Israel la mitad son Musulmanes. Allí también viven Musulmanes. ¿Piensas que la bomba atómica va a separarlos diciendo “este es Musulmán, esto no es Musulmán”? ¡Qué tontos se han vuelto los Musulmanes! ¿Y qué clase de guerra es ésta, cuando es una desgracia tan grande para la humanidad tener un arma tan nociva? (…) ¿Qué tipo de comprensión del Islam posee esa gente?.

El Islam dice que si tienes un barco en la costa, y hay mil personas de las cuales novecientos noventa y nueve han sido encontradas culpables por la corte del Islam y serán castigadas con la pena de muerte, todos ellos, y se escapan del país, siendo que hay solamente una persona en el barco que no es culpable y está atrapada con ellos allí, no puedes hundir ese barco. No puedes porque hay una persona inocente sentada en ese barco entre novecientos noventa y nueve culpables. Como hombre, no puedes hundir ese barco. Si Allah quiere, Él hará algo. Mas tú no puedes hundir ese barco. Allah no le da permiso a los Musulmanes, y dice: “Dejen ir ese barco. Piensen detenerlo de otra manera.” No puedes matarlos porque hay un inocente, aun cuando sobre novecientos noventa y nueve de ellos pese la pena de muerte.

Éste es el Islam que nos trajo el Sagrado Profeta (asws), y si alguien intenta tomar algo ajeno al mismo, entonces nunca logrará nada. Estarán abandonando el Camino, alejándose, desviándose de las maneras del Sagrado Profeta (asws), y gritarán diciendo: “¡Necesitamos ayuda, Ya Rabbi, necesitamos ayuda!”. Allah nos dice: “¿Necesitan ayuda? Aférrense con firmeza al Profeta (asws). Entonces la ayuda los alcanzará. Si no se aferran con fuerza al Profeta, no habrá ayuda que les llegue.”

lunes, 27 de febrero de 2012

El Pastor y la Divina Provisión


Bismillahi Rahmani Rahim

Si estás pensando que tu provisión te llega porque trabajas –esa fe no te va a salvar. Esa fe no puede salvarte.

La provisión te llega desde tu Señor. Antes de que Él te haya creado, Él ya ha escogido y separado tu propia provisión. Llegará a ti incluso si escapas. Lo que estoy diciendo se ajusta a la historia que les voy a contar ahora. Tómala o déjala. Esto es sohbet y la asociación es libre. Lo tomas o no lo tomas. Nosotros decimos.

Hubo una vez un hombre que era un buen pastor en todo el pueblo, todos confiaban en él y le daban sus ovejas para que las cuidara. Y él corría tras las ovejas todo el día y toda la noche, cuidando de las ovejas de los demás en ese pueblo.

Un día llegó y su supervisor, contando las ovejas, halló que una cría se había perdido.

Dijo: “Se ha perdido una cría. ¿Qué ha sucedido?”

El pastor dijo: “Realmente no lo sé. No la he visto. No sé lo que ha sucedido. Permíteme regresar a la montaña.”

Buscó pero no la encontró. El supervisor fue al dueño y le dijo: “Mira, una de tus ovejas se ha perdido, sin embargo, confiamos en el pastor. Él es bueno. Sabemos que él no la robaría, tampoco sabe que sucedió.”

Dijo el dueño: “Esta bien. Manténgalo aún como pastor.”

Todo siguió de esa manera y algún tiempo después se perdió otra oveja. Nuevamente el supervisor preguntó: “¿Qué ha sucedido?”

Buscó por todos lados pero no la encontró. Así que los demás pensaron que estaba robando. Entonces se dijo a sí mismo: “Debo encontrarla. Soy el pastor. Debo saber qué está sucediendo.”

Así fue que volvió a la montaña observando muy cuidadosamente cada oveja y hacia qué rincón se dirigían. Entonces se encontró con que una oveja iba justo cerca de una cueva en la que un lobo ciego estaba abriendo la boca: la atrapó, la mató y empezó a comerla.

“¡Allahu Akbar!”

Dijo: “Ahora me doy cuenta. He aprendido una lección.”

Volvió al pueblo y dijo: “Ya no voy a hacer más este trabajo. Renuncio. Te pagaré la deuda por esas dos ovejas pero ya no voy a cuidar de ellas.”

Ellos preguntaron: “¿Por qué? ¿Por qué no te ocuparás de ellas?”

Dijo: “Allah me ha enseñado una lección. Él (Allah) le está dando provisión a ese lobo ciego, y ese lobo ciego está allí sentado sin correr, abre su boca y encuentra que se acerca una oveja, y tan pronto en cuanto llega cierra su boca y la come. ¿Tú crees que mi Señor, quien provee a ese lobo ciego, no lo hará conmigo cuando estoy intentando ser un buen siervo Suyo? Ya no quiero más dinero de ti, y ya no cuidaré tus ovejas. Voy a dedicar mi tiempo a Allah en mi casa.”

Entonces se sentó allí (en un rincón de su casa). Algunos días después su esposa le dice: “Esposo mío, ¿estás loco? Ve afuera y consigue algo de comida. No tenemos pan. Ya no tenemos nada para comer.”

Le dijo: “Mira, le prometí a Allah que no saldría. Voy a permanecer en Su servicio; y Aquel que provee a ese lobo ciego también me lo va a dar a mi.”

Entonces la mujer veía que nada sucedía. Ellos tenían tierra, y ella dijo: “Al menos déjame ir a cavar la tierra y plantar algo en ella. De esta forma tendremos algo que comer.”

Ella fue allí, y estaba cavando la tierra cuando chocó con algo. Ella miró y lo abrió. Era una tinaja llena de oro en su interior. Corrió hacia su marido diciendo: “¡Ven! ¡Allah nos ha enviado provisión! Al menos ayúdame a traerlo dentro.”

Él dijo: “No. Aquel que le dio al lobo enviándole la oveja a su boca, también me lo enviará a mí.”

Ella dijo: “El oro está allí. Él nos ha dado la provisión. ¡Vamos!”

Él dijo: “Le he prometido a Él que no voy a ir. Ve y tómalo. ¿A quién le importa?”

Por esto la mujer dijo: “Voy a esperar hasta la próxima noche, entonces iré y lo tomaré.”

Pero la vecina ya había visto que cuando estaba cavando había encontrado una tinaja que no había podido tomar. Así que esa noche, la mujer (la vecina) dijo: “Voy a ir allí, tomaré todo el oro y de esa manera mañana ellos sólo obtendrán aire.”

Se acercó al lugar e intentó conseguir la tinaja. Miró, y en el interior de ella había tantas serpientes… Dijo: “Estos estúpidos. Tomaron todo el oro y pusieron serpientes para mí. Ellos sabían que yo había visto el oro. Espera, espera. Yo los arreglaré.”

Ella tomó la tinaja, fue hacia la chimenea y empezó a tirar las serpientes hacia abajo… tik, tik, tik, el oro estaba cayendo.

La mujer seguía diciendo: “Vamos a tomarlo”.

Él le contestó: “¡Mujer tonta! ¿No lo ves? Allah nos está enviando la provisión desde la chimenea, hacia mi boca. ¿No lo ves? Me he sometido a Él como ese lobo.”

Hmm. Tú no puedes someterte como ese pastor pero al menos sométete para decir: “La provisión que estoy consiguiendo no es porque estoy trabajando. Él me la está enviando.” De otra manera, lo probable es que no puedas salvar tu fe cuando llegue el Ángel de la Muerte.


viernes, 24 de febrero de 2012

¡Edep Ya Hu – Ten buenos modales!


Bismillahi Rahmani Rahim.

El Sagrado Profeta (asws) dice: “De entre los creyentes, el que tiene la mejor fe es aquel que tiene los mejores modales.” Debemos chequearnos a nosotros mismos, dónde están nuestros modales. No sólo decir “Soy creyente”. El hombre puede perder su fe si no tiene buenos modales. Sheytán estuvo adorando. Él estuvo haciendo tanta adoración que si juntas la adoración de todos los hombres desde el comienzo de Adam (as) hasta el fin del mundo, no se acercará a su adoración. Tanta adoración hizo…y la fe que tuvo nadie la puede alcanzar. Una cosa hizo que perdiera todo. Perdió sus buenos modales. Una palabra, por decir una palabra incorrecta perdió sus modales, perdió su fe y fue arrojado fuera de la Presencia Divina.

¿Por qué Allah-swt- nos da su ejemplo? ¿Por qué nos envía a ese diciéndonos “Observen y aprendan”? ¿Para qué? ¿Para que digamos que somos mejores que él? No. Para que tomemos una lección, para entender. Y si el hombre tiene fe entonces su corazón se estremecerá, se moverá, estará muy nervioso. Antes de abrir su boca se pondrá nervioso. Debe saber qué está diciendo y a dónde llegará su palabra. Debe saberlo. Si no, entonces esa fe no es fuerte. Es una fe temblorosa. Y eso significa que tiene precio, un precio mundano. En algún lado, de alguna manera, Sheytán correrá tras él para embaucarlo y engañarlo.

Piensa en un árbol. El tronco del árbol y las raíces son como la fe del hombre. Las ramas representan las buenas acciones que está haciendo. Las hojas representan el conocimiento que el hombre posee. ¿Qué es lo más importante del árbol? El fruto. Si no tienes el fruto, ¿para qué levantas el árbol entonces? Inviertes tiempo para nada. Así que la fe, las buenas acciones y el conocimiento deben enseñar al hombre a dar frutos, y los frutos son buenos modales. Si no tienes buenos modales serás arrojado fuera de la Presencia Divina. Si no tienes buenos modales la gente que tiene buenos modales te alejará de su lado, o te harán a un lado, o si no pueden entonces se alejarán de ti.

En la antigüedad la gente decía, a raíz de ese hadiz-e sharif la gente decía, buena gente, gente con buenos modales, decían: “Los buenos modales pueden hacer que un animal se convierta en un hombre, y pueden hacer que el hombre sea rey, Sultán.” Todos corren tras algo de este dunya. “Quiero esto y quiero aquello”, corriendo aquí y corriendo allí. Alhamdulillahi Rabil ‘alamin que Allah cierra los caminos para quienes no tienen buenos modales. Y ahora va a cerrarlo completamente. Nadie tampoco va a traspasar esos límites para tener en sus manos el poder del mundo. Quienes no tienen buenos modales perderán todo lo que tienen.

El Sagrado Profeta (asws) vino a enseñarnos buenos modales. Él dijo: “Allah-swt- es mi Maestro. Él es quien me ha enseñado buenos modales.” Y Él lo ha enviado para enseñarnos buenos modales. Tenemos ejemplos, los ejemplos en el desierto donde la humanidad había perdido la dirección, ellos habían perdido su brújula, perdieron sus modales y lo perdieron todo. Cuando llegó el Sagrado Profeta (asws), ellos se aferraron con fuerza a él. Quienes se aferraron con mayor fuerza fueron los que tuvieron la mejor fe y los mejores modales. ¿Dónde estamos nosotros? ¿Es que tan sólo estamos imitando de manera completa? ¿Sólo diciendo palabras o llegamos a algún lado? Chequéense a ustedes mismos. Verifiquen. No esperes que nadie te diga “Tu eres éste o tu eres ese, tu estás tan elevado o tu estás tan bajo.” Si el mundo entero te dice que estás en el piso, chequea tus modales. Si tienes buenos modales, entonces tienes una estación en la Presencia Divina.

Buenos modales no es abrir tu boca y hablar cuando quieras. Buenos modales es saber cuando vas a hablar y dónde van a llegar tus palabras, que tipo de perjuicio y que clase de recompensa van a llegar con ellas. Por esto el Sagrado Profeta (asws) dice: “Prométanme (que se van a guardar con) dos cosas y seré una garantía para ustedes, esperando por ustedes frente al Paraíso para llevarlos dentro. Dos cosas. Una son sus partes privadas y la otra sus lenguas. Cuando abras la boca habla la verdad, habla algo que sea de beneficio para ti y para los demás o mantente en silencio.” Pero no la verdad como es entendida desde la enseñanza que ahora están dando en las escuelas diciendo: “Dímelo todo. Ésta es la verdad.” Pregúntate a ti mismo, pregúntale a tu corazón, comunícate.

Todos saben cono decir “Conozco solamente a Allah”. ¿Cómo conoces a Allah? ¿Cómo estás llegando a Allah? Todo se muestra cuando abres la boca. Así que, para un hombre, buen modal es estar en la estación en la que siempre pensar, saber y comprender, llegando a esa consciencia de “Mi Señor me está observando. Si nadie lo hace, Allah está observando.” Buenos modales para un hombre es correr tras sus responsabilidades, tomar sus responsabilidades y cumplirlas por la Causa de Allah. No para mostrarse, no. Si lo haces para mostrarte algún día te vas a cansar. No serás capaz de cumplirlas más. Así, tus modales, se abrirán.

El Sagrado Profeta (asws) dice: “El más cercano a mí en Ájirat es el que tiene los mejores modales.” La prioridad principal en la dergah…dice en todos lados: “Edep Ya Hu, Edep Ya Hu, Edep Ya Hu, Edep Ya Hu”. Ellos lo utilizaban en todos lados, como un ayat. ¡Edep! ¡Ten buenos modales! Primero, buenos modales contigo mismo. Cuando tengas buenos modales contigo mismo tendrás buenos modales con los demás.

Todas las naciones perdieron sus brújulas, perdieron sus direcciones, perdieron sus caminos, porque perdieron las enseñanzas, sólo porque perdieron sus buenos modales. Todos hacen lo que quieren. “Nadie me dice lo que tengo que hacer. Hago como me gusta.” No puedes. Parece como si lo hicieras pero solamente estás preparando tu fin para que sea en sufrimiento. Si no sabes lo que estás haciendo, si no estás consultando con gente mayor, si no te apresuras en tomar sus consejos, entonces sólo te estás preparando para dañarte a ti mismo en el camino.

Asique debemos mirar y debemos chequear. Si queremos seguridad en dunya y en Ájirat entonces debemos mirar, debemos chequear y debemos entender dónde estamos y en qué estamos. Toda Shari’at, toda Tariqat, toda enseñanza, todo conocimiento, todo está enseñando al hombre cómo tener buenos modales.  Toda orden que dice “Haz esto”, y toda orden con la que Allah-swt- nos prohíbe diciendo “No hagas esto”, son para enseñarnos buenos modales. El que tiene buenos modales entra al Paraíso. Los que no tienen buenos modales están cerrando las puertas del Paraíso para sí mismos. No interesa donde estás sentado. Puedes estar sentado en la mezquita las 24 hs. pero al final de tu tiempo sheytán pone el gancho y te saca fuera. Puedes estar dentro del tacho de basura toda tu vida, pero si siempre estás actuando con buenos modales entonces al final los Awliya’ te arrojan la cuerda y te sacan de ese caos en el que estás. Allah-swt- no abandona a Sus buenos siervos, no permite que quienes tienen buenos modales sufran al menos al final.

Debemos entender esto. Debemos observar nuestra vida, debemos intentar progresar. Desde el último Yuma’ hasta este Yuma’ debes decir: “¿Dónde estuve? ¿Qué he hecho toda esta semana? ¿Cómo lo he hecho? ¿Por qué lo hice? ¿Cuál fue el propósito? ¿Cuál fue la razón?” Si encuentras algo equivocado en ello, fue por ti mismo, por tu ego, entonces, ¡qué vergüenza! Si encuentras algo diciendo: “Lo hice por la Causa de Allah”, sé feliz. Esa es la felicidad. De otra manera, exteriormente puedes estar saltando arriba y abajo, je, je, je, ji, ji, ji, puedes reir, puedes mostrarte, pero sólo será de muestra. Un hombre puede verse triste, con su cabeza gacha, sin hablar… ¿en estos días, quien pertenece a esa clase de gente? Quienes tienen conocimiento ya no hablan más. Han tragado sus lenguas, han puesto un cierre en sus bocas porque a cualquiera que le digan una palabra, recibirán cien de vuelta. Desde las mujeres a los hombres, desde los niños a los adultos, a los ancianos, masculinos y femeninos. Quienes tienen conocimiento, quienes tienen modales, ya no hablan más. Han puesto el cierre, se han ubicado en su lugar e intentan vivir de acuerdo a eso porque el mundo entero, desde oriente a occidente, desde los porteros a los presidentes, han perdido los buenos modales, desde los estudiantes a los maestros, han perdido los buenos modales, desde los Imams a las Yama’ats, han perdido los buenos modales.

Allah nos enseña, el Sagrado Profeta (asws) nos enseña, Allah-swt- nos dice: “Hay cosas buenas en ese Profeta que les he enviado. Tómenlas. Si no lo hacen, ustedes son quienes sufrirán entonces.” Nosotros somos quienes vamos a sufrir. Si tú, yo y el mundo entero quiere encontrar una salida de esta confusión, entonces debemos volver al Sagrado Profeta (asws). No volvernos tomando libros, leyendo tomos de hadices para decir “Sé tanto así”, sino tomando el hadiz-e sharif y aplicarlo en nosotros mismos. Si hoy en día un hombre toma un hadiz, un hadiz-e sharif, sólo uno, prometiéndose a sí mismo y a su Señor diciendo: “Voy a vivir de acuerdo a este hadiz. Todos los días, toda acción que lleve a cabo la haré de acuerdo a este hadiz”, entonces ese hadiz es suficiente para que el hombre encuentre seguridad. No necesitas nada más.

No necesitas conocer el Qur’an entero y no necesitas conocer millones de hadices. Sólo uno. Vive de acuerdo a eso. Si tienes un millón de hadices en tu memoria, si eres memorizador de Qur’an, si eres hafíz de los mazhabs del conocimiento del Fiqh, pero no tienes buenos modales entonces vas a perder, vamos a perder. Allah-swt- nos enseña una lección mediante su Sagrado Profeta (asws). Si la tomamos, ganaremos. Si la dejamos, perderemos.

Wa min Allahu Tawfiq.

miércoles, 22 de febrero de 2012

El Gobierno del Islam

Bismillahi Rahmani Rahim


Sultán Abdul Hamid Khan II
Allah está probando la fe real y la fe falsa, y la prueba llega de esta forma: para nosotros debe haber oposición para que podamos decir “Estamos defendiendo la Verdad”. Allah está probando la fe real de las personas para ver hacia qué dirección se están moviendo. Y ellos están eligiendo un lado. Éste, el lado incorrecto, debe estar allí. No estuvo allí hasta el 1900. Estuvo allí, pero oculto, en una proporción muy pequeña, porque el Islam estuvo gobernando oficialmente hasta 1923, en realidad hasta 1908. Cuando Sultán Abdul Hamid Khan II fue removido del sillón, el gobierno del Islam se acabó. Él fue el último Jalifa gobernando, Sultán Abdul Hamid Khan II. Luego de él uno, dos, tres jalifas más, pero no tuvieron el poder en sus manos. Cuando el Jalifa no tiene el poder entonces ya no gobierna más. Porque él no está gobernando, el Islam no está gobernando.

Así es que hasta ese momento el Islam estuvo gobernando. En el Palacio de Topkapi se encuentran las pertenencias del Sagrado Profeta (asws); sus jubbahs, sus dientes, su barba, su espada, todo lo demás, y lo que los Sahabas nos dejaron físicamente, están allí. También la bandera del Profeta (asws) está allí. Ellos (los Otomanos) hicieron una igual y temprano por la mañana, luego de la oración del Fayr, con una ceremonia oficial, cada mañana levantaban la Bandera del Islam. La bandera estaba abierta (lo que quiere decir): “El Islam, como un gobierno, está imperando y el cuartel general está aquí.” Se decía: “El cuartel general del Islam está aquí, y el gobierno del este y del oeste, del norte y del sur, de creyentes e incrédulos, se encuentra bajo la bendición de esta bandera.” El Qur’an estaba abierto, y la recitación del Qur’an continuaba ininterrumpidamente las 24 hs. No desde cassettes; hafices vivos estaban sentados allí recitando durante una hora; uno terminaba y otro llegaba para recitar abiertamente durante una hora, (y de esta manera) el Qur’an estaba circulando las     24 hs. 24hs. sin interrupción. El Qur’an era recitado desde los cuarteles generales las 24 hs., los siete días de la semana, los 365 días del año, durante cerca de 435 años. Sin parar.

El Islam estaba gobernando. En los lugares sagrados del este y del oeste ellos pusieron gente sagrada que seguían la ‘aquida de los 4 mazhabs, el camino de los 4 mazhabs, y que daban jurisprudencia de acuerdo al tiempo y a las necesidades de la gente. De esta forma el Islam estaba gobernando. La espada estaba afuera y la Shari’at gobernaba. Cuando alguien rompe las reglas y las leyes de la Shari’at, y la Shari’at está gobernando, no será “Oh, este es mi primo”, o “este es mi hermano”, “esa es mi madre”, o “ese es mi padre”. No. Hoy en día puedes comprar fácilmente las cortes. En aquel tiempo no podías porque el Islam gobernaba. Como dice la gente hoy en día “Allah está gobernando”, (pero Él gobierna) a través de las manos de aquellos que Él ha elegido, y ellos no fueron débiles como mujeres. Hoy en día se ha perdido la identidad. Las mujeres tienen diferentes emociones, características, todo es diferente, y el hombre es diferente. Aquellos que gobernaban y representaban correctamente el Islam ni siquiera tenían permitido llorar en público. Ante cualquier dolor que les llegara debían permanecer fuertes. Sus hijos caían, sus esposas caían, muriendo, esto sucedía, eso sucedía, pero ellos permanecían poderosos porque sabían que todo sucede con el permiso de Allah-swt-. (…)

Por lo tanto el Jalifa fue movido del sillón y ahora no está gobernando. Por esto no llegan más bendiciones. Y porque no llegan más bendiciones ahora todas las cosas incorrectas están abiertas, saliendo a la superficie. Antes el Jalifa estaba allí, llovían abundantes bendiciones y en el este, oeste y en todos lados había un gobierno correcto. Como ya lo he dicho, no tienes que ser un Awliya Allah para entenderlo.

El gran error que los Musulmanes de hoy en día cometen es desconocer la historia. Primero debes revisar la historia. Abre las páginas y vuelve un poco. Retrocede. Busca dónde empezó el problema, y a partir de allí, si el problema se ha detenido.

¿Cuándo empezó? Justo después del Sultán Abdul Hamid Khan el problema comenzó en todos lados alrededor del mundo. Sin parar, 24 hs. al día.

lunes, 20 de febrero de 2012

1453: Un ejemplo para los Jóvenes



Bismillahi Rahmani Rahim

Entras a este mundo por una puerta y lo abandonas por el otro lado. Niño pequeño, adolescente, maduro, ya no sé a quién decirle ‘maduro’. En la antigüedad decían: “Veinte años de edad, ya se es maduro, ya está completo”. El hombre de veinte años debe remover las cosas equivocadas del mundo. (Sin embargo) el hombre de veinte años tiene hasta miedo de ir sólo al baño. Necesita a su mamá. Las jóvenes de veinte años no saben hacer nada. (Sheykh Effendi parodia un diálogo):

-“¿Qué estás haciendo?”

-“Me estoy educando, voy al colegio”

-“¿Qué aprendes allí?”

-“Estoy bailando. Aprendo a bailar”

Masha’Allah, masha’Allah. Esta no es la razón de tu creación. Vuelve las páginas de la historia y mira hacia atrás. Sultán Mehmet Khan, y tantos como él. Conquistó Estambul cuando estaba en sus veinte. Gracias a una palabra del Sagrado Profeta (asws); estuvo concentrado en esa palabra 20 años de su vida. Y él lo conquistó. Él le dio fin a un estilo de vida equivocado. Él le dio fin a leyes erróneas. Verifica los libros de historia que dicen “1453”

-“¿Qué sucedió?”

-“El fin de la Ley Romana”

-“¿Qué comenzó en ese momento?”

Ellos están temerosos y avergonzados. Los Europeos y los Americanos, demasiado orgullosos para ponerlo en sus libros y decir: “El gobierno del Islam llegó para enseñarnos a vivir como seres humanos”. Así es. El Islam llegó a Europa para enseñarle al hombre cómo lavarse a sí mismo. Así es. El Islam llegó trayéndoles el jabón para que se lavaran a sí mismos. Así es. Ahora, todos tienen miedo de hablar de esto (de reconocer que el Islam les trajo la auténtica civilización con la que podrían alcanzar la cima de la humanidad de acuerdo a la Voluntad Divina).