Bismillahi Rahmani Rahim
Shaban es el mes del Sagrado
Profeta (asws). Otra Rahmat (Misericordia), gran Rahmat, está descendiendo.
Insha’Allah, en el transcurso
de este mes, si ponemos la intención de cambiarnos a nosotros mismos y nuestro
comportamiento, entonces podremos entrar con fuerzas a Ramazán, y en el
transcurso del tiempo de Ramazán podremos atrapar a nuestro ego.
Pero debemos ser cuidadosos. Shaban
tiene la noche de Bera’at, la Noche del Cálculo, en la que todo lo que hiciste
el año pasado hasta este año va a ser calculado y llevado a la presencia del
Señor Allah-swt-.
“Mi destino, no puedo cambiar
mi destino.”
Claro que puedes. Puedes cambiarlo
de esta manera. Cuando el cálamo escribe, no cambia. Pero el cálamo escribe de
la forma en que te mueves, de la manera en que hablas, de la manera en que
llevas a cabo tus acciones. El Cálamo lo escribe todo. Escribe las 24 horas. Desde
el lado derecho y el lado izquierdo los ángeles lo ponen todo en cuenta y están
observando desde el último Shaban hasta este Shaban, noche de Bera’at, último
15 de Shaban y este Shaban, ¿cómo se está movilizando este siervo de Allah?
¿Está intentando moverse hacia
Allah, o está intentando moverse hacia dunya?
¿Cuánto intento en el camino
hacia Allah?
¿Cuánto intento en el camino
hacia dunya?
Todo llega para ser calculado. Y
está llegando a la presencia de Allah.
Allah pregunta: “¿Qué está
haciendo mi siervo?”
Los Ángeles dirán: “Ya Rabbi,
Tú sabes, te es conocido, él intentó lo mejor en Tu camino, pero debido a su
año previo tantos obstáculos tuvo frente a él que le fue imposible continuar.”
Allah pregunta: “¿Y qué hizo?”
Los Ángeles contestan: “Ha
dicho: ‘No me importa’.”
La gente ignorante, arrogante y
testaruda del siglo 21 dice: “No me importa”. Debería importante. Ellos harán
que te importe. Allah no está jugando juegos. Te será de importancia.
Y Allah pregunta: “¿Mi siervo
espera pacientemente, se esfuerza pacientemente intentando encontrar el camino
correcto y alejarse de los problemas de dunya?”
“Así es, Ya Rabbi.”
“Ahora háganlo fácil para él. Denle
una apertura.”
Verás que ese año entrarás a un
mundo mejor.
“¿Qué está haciendo mi siervo?”
“Él estaba en el camino
correcto, estaba sobre el rumbo correcto. Estaba con las personas correctas,
sin embargo aún sigue a su ego. No obtuvo ningún placer (espiritual) ni Rahmat
porque estuvo en problemas y aun así intentó encontrar caminos por dunya. Él estuvo
entre los demás, no por Allah, sino porque no tuvo otra posibilidad.”
“Bien, ábranle un camino para
dunya”, y verás que ahora no lo puedes cambiar.
El año siguiente, lo que Él ha
preparado para ti, estará en tu mano.
Tienes quince días. Quince de
Shaban, para sentarte y comprender, para calcular, para colocar tus acciones,
tus pensamientos, todo frente a ti. De las buenas cosas que has hecho tienes
que entender, mirarlas y decir: “¿Por qué hice estas cosas buenas? ¿Fue por la
Causa de Allah, o fue de alguna manera para mi ganancia personal?”
Verifícalo correctamente. No le
tienes que decir nada a nadie. No tienes que mentir ni engañar. No te mientas a
ti mismo. Siéntate, calcula, comprende, profundiza y dite a ti mismo: “Así es. Esto
lo hice por la Causa de Allah. Esto lo hice por mi propio ego.”
No te mientas a ti mismo. No le
vas a rendir cuentas a nadie. Ríndetelas a ti mismo. Comprende, siéntate a un
lado y di: “Astaghfirullah, Ya Rabbi, soy un siervo débil. Sé que no lo he
hecho por Ti, por Tu Causa. Ya que si lo hubiese hecho, hoy no tendría que
estar en estos problemas.”
Todo lo que hagas por la Causa
de Allah, definitivamente (si lo haces) no estarás en problemas. Definitivamente
el año siguiente, cada año, te traerá situaciones mejores. Cada año tiene que
traerte algo mejor.
Aún tenemos algunos días, insha’Allah
ar-Rahman. Los creyentes inteligentes deben sentarse y preguntar.
Wa min Allahu Taufiq.
-Sheykh
Abdul Kerim Effendi-
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