Bismillahi
Rahmani Rahim
Namrud (tirano de Babilonia)
dijo:
“Yo soy el señor de la tierra.
Todo me pertenece.”
Y Allah puso frente a él un
siervo (el Profeta Ibrahim) diciéndole:
“Deja esa arrogancia. Póstrate
frente a tu Señor, Quien te ha dado todo ese poder.”
Le dijo: “¿Señor? Yo soy el
señor. Yo soy el creador. ¿Qué es lo que hace tu Señor?”
“Él da la vida y Él la quita.”
Dijo: “Es fácil. Yo hago lo
mismo.” Trajo dos prisioneros frente a él diciendo: “A uno lo dejo libre, le
estoy dando la vida. Al otro le tomo la vida, mátenlo.”
Entonces Ibrahim le dijo: “En
tal caso…” Los Profetas no discuten. Le dijo: “En tal caso, mi Señor levanta el
sol desde oriente. Detenlo. Hazlo salir desde occidente.” Namrud empezó a
temblar, y sabiendo que no podía hacer eso le dijo: “Ni siquiera ese que
pretendes que es tu Señor puede hacer tal cosa.” Dijo: “Él puede.” Por eso,
desde aquel día, Allah ha prometido: “Antes del Día del Juicio levantaremos el
sol desde el occidente una vez. Asegúrate de que has pedido perdón hasta ese
día. Cuando el sol se levante desde el occidente, llegue hasta el mediodía, y
al mediodía regrese nuevamente al occidente, la puerta del perdón será cerrada.
Luego de eso ningún pedido deperdón será aceptado.”
Así que Namrud declaraba: “Soy
el señor.” Ibrahim le decía: “Has perdido la cabeza. No puedes ser señor de
esta manera. Vuélvete, haz postración y pide perdón; Allah ha puesto un siervo
débil como yo justo frente a ti para hablarte. ¿Lo entiendes? Te estoy
hablando. Dentro mismo de tu poder he quebrantado tu autoridad y permanezco
frente a ti hablándote.”
Y aquel dijo: “Estoy muy
enojado con tu Señor. Así que dile que le declaro la guerra.”
Ibrahim (as) dijo: “Oh, ahora
estás en problemas. ¿Estás declarando la guerra? Él no te tiene en cuenta para
nada.”
Sin embargo la orden llegó a
Ibrahim (as) diciendo: “Ya Ibrahim, dile que lo aceptamos. Aceptamos el
desafío, y le estoy enviando Mi ejército.”
Y Namrud también preparó todos
sus ejércitos. Como ahora en todos lados los gobiernos están preparando
ejércitos, escuadrones SWAT, Fuerza Aérea, da, da, da, de toda clase,
cuéntalos, y ellos dicen: “Somos los mejores.”
Y Namrud puso todo lo mejor que
tenía diciendo: “Ahora el Señor de los cielos viene a la guerra conmigo.
Prepárense.” No es una broma. Preparó todos sus ejércitos. Y esperaba diciendo
a Ibrahim: “¿Él tiene miedo? ¿Por eso no envía sus ejércitos?” Ibrahim dijo:
“Está llegando. ¿No lo ves? Mira el cielo.” Y vieron un punto negro moviéndose
en el cielo que se hacía cercano, cercano, cercano, y decían: “¿Qué es esto?”
Ibrahim dijo: “Esto es un ejército de mosquitos. Allah-swt- te está enviando un
ejército de mosquitos. Adelante, acábalos.” Llegaron todos esos mosquitos, y
todos esos soldados que estaban cubiertos (con sus armaduras) desde arriba
hacia abajo, entraron en sus cuerpos e instantáneamente uno, dos, tres,
comiendo sus cuerpos, y caían como esqueletos.
Namrud se encerró en un sitio
elevado, circundado por vidrios, observando, estremeciéndose en el interior,
pensando: “Hice algo bien. Me escondí.” Y encontró que un mosquito había
entrado por la cerradura y daba vueltas por la habitación. Dijo: “¡¡Oh!!! ¡Qué
voy a hacer?” Y de ese mosquito Allah-swt- menciona que tenía una pata rota y
un ala quebrada, no era completo como los demás. Él-swt- dijo: “Como Namrud
declaró señorío le estamos enviando al más débil de ese ejército.” Y Namrud
daba vueltas intentando atraparlo, corriedno aquí y allí. El mosquito encontró
la manera y entró a través de su nariz.
Esto es real. Entró hasta su
cerebro y empezó a comer. Ese mosquito empezó a comer. Tan pronto en cuanto
tocó el cerebro, “¡Ugggh!”, gritó. ¿Y ustedes piensan que tienen dolor de
dientes? El dolor de dientes no es nada entonces (comparado con eso). Cuanto
dolor les da sólo una pequeña molestia en los dientes porque tocas los nervios
y llega hasta el cerebro. Imaginen a ese mosquito tocándoles el cerebro y
comiéndolo, el dolor allí. Gritaba. Nada sucedía. Finalmente empezó a golpearse
la cabeza y…”Ahhh”, se dio cuenta que cuando golpeaba su cabeza el dolor
cesaba. El dolor cesaba porque el mosquito detenía su movimiento. Y en cuanto
dejaba de golpearse, el mosquito empezaba nuevamente a moverse y el dolor otra
vez comenzaba. Él había hecho una maza de madera. Tenía un guardia personal, un
tipo enorme; le dijo: “Siempre que empiece a gritar, golpea mi cabeza con
fuerza, usa esa maza.” Y eso fue lo que sucedió. Golpeaba su cabeza y el
mosquito se detenía, el dolor se iba por un momento. En cuanto el mosquito
volvía su tarea, empezaba otra vez a comer. Namrud gritaba diciendo: “¡Con más
fuerza! ¡Con más fuerza!” Finalmente, incluso el que había sido preparado para
hacer ese trabajo se cansó de él.
Ábrelo. Abre el libro de la
Taurat (Torá). Está allí. Abre la Biblia. Está allí. Abrfe el Qur’an. Está
allí. ¿Piensas que todos esos libros sólo son imaginaciones? Uno llegó hace
siglos, el otro llegó tantos siglos después, y el otro tantos siglos después
mencionando lo mismo. Finalmente se cansó de él y lo golpeó con tanta fuerza
que abrió su cráneo, y ese peuqño mosquito que estaba en el interior se
convirtió en un ave al comer el cerebro. Se alejó volando.
¿Por qué creen que Allah nos da
esa historia en todos esos libros sagrados? Él nos enseña una lección diciendo:
“No eres más que un siervo. No importa a qué estación has llegado. Vas a ser un
siervo. Y si declaras algo más que eso, no lo estoy aceptando. Si te conviertes
en un buen siervo Mío, te daré títulos. Puede que te convierta en Sultán. Pero
llega desde las estaciones celestiales. Cuando llega desde allí nadie puede
quitártelo. El mundo puede correr para tomarlo. No podrán. Es dado desde las
estaciones celestiales.”
Así que Allah nos da
explicaciones y enseñanzas de que cuanto más arrogante se ha vuelto el ser
humano, con criaturas más pequeñas lo ha castigado.
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