Bismillahi
Rahmani Rahim
Los Musulmanes han perdido a su
Profeta. Musulmanes; se llaman a sí mismos Musulmanes, pero han perdido a su
Profeta. No conocen a su Profeta. Tú no conoces a tu Profeta. Tienes que
conocer a tu Profeta. Tienes que enseñarle tu Profeta a tus hijos. La prioridad
en sus vidas tiene que ser el Profeta. No la madre. No el padre. El Profeta
tiene que ser la prioridad en sus vidas. Así es. Si hacemos esto, entonces
seremos amados de Allah-swt-. Si no hacemos esto, bueno, tú conoces tu vida. No
tengo nada que decirte. Sabes que tienes casas lujosas. Sabes que tu vida es
muy lujosa. Sin embargo sabes que en tu casa no tienes paz. Por esa razón.
Porque ni siquiera estamos compartiendo unos con otros ese amor que Allah está
poniendo, amor del Profeta. Así es. Y nos llamamos a nosotros mismos Ahl
as-Sunnah. Pero, ¿dónde está Ahl as-Sunna? Se ha ido.
Los Sahabi-e Kiram, ellos
tuvieron pasión, ellos tuvieron en sus corazones amor hacia el Profeta (asws).
Sus vidas fueron muy difíciles. Sufrieron muchas penalidades en sus vidas. Pero
el Profeta estaba en la cima. El Profeta era la prioridad en sus vidas. El
Profeta era lo único que mantenía sus vidas en marcha. Y cuando alguien
mencionaba el nombre del Profeta, se llevaban la mano aquí (el Sheykh lleva su mano al corazón). No
como nuestro estilo robótico. No como los Musulmanes que reciben la tradición y
que vienen (llevando sus manos a sus corazones) como robots, sin saber por qué.
Cuando se mencionaba el nombre del Profeta, sus corazones se movían con tanta
excitación que estaban a punto de salirse de sus pechos, por lo que ellos
sostenían sus corazones de esa manera. La pasión que tenían, el amor que tenían
por el Profeta (asws) hacía que sus corazones se movilizaran y ellos tenían que
sostenerlos. Así es. Se movían de su lugar debido a todo el amor que había en
el interior.
Pero estoy viendo rostros,
exactamente como gente que se levanta del cementerio. He visto tanta gente
muerta, he enterrado a tantas personas, puedo jurarlo, he encontrado a tantos
de ellos, incluído mi padre que, cuando lavé su cuerpo, su rostro sonreía de
esta manera. Muerto, pero su rostro sonreía. Partió de esa forma.
¿Qué te ocurre a ti? ¿Cuál es
el asunto contigo? Tienes de todo en tu vida, ¿qué es lo que te pone triste?
¿Te preocupas por tus seres queridos? ¿Realmente? ¿Realmente te preocupa que
tus seres queridos vayan a entrar en Yahannam, o que no estén en el Sirat
ul-Mustaqim? ¿Por eso estás tan triste? No. Si dices que si, entonces mientes.
Estás tan triste a causa de tu ego. Porque las cosas no funcionan de la manera
que le gusta a tu ego. Por eso estás tan triste.
Así que, insha’Allah ar-Rahman,
este Ramadán pon la intención de cambiar. Porque Allah-swt- ama a quienes hacen
cosas por Su causa. Incluso si haces una Saydah con ese amor, Él lo ama. Si
estás toda la noche allí (en oración), con tu ego y tu orgullo, a Él no le
agrada. Él no quiere eso. si estás bailando por la Causa de Allah, Él lo ama.
Así es; Él dice: “Mi siervo está muy feliz conmigo. Sí. Él es feliz conmigo.” Y
Él da testimonio, y le dice a Sus ángeles: “Observen. Observen a este siervo.
Sean cuidadosos. Denle todo lo que necesite.” Sí, eso es lo que ocurre.
Así que, insha’Allah, este
Ramadán estamos poniendo la intención de ser mejores siervos de nuestro Señor.
Poner más amor en nuestros corazones para ser capaces de llegar a la gente que
ya se ha hundido y están a punto de acabar, desaparecer y sucumbir.
-Sheykh
Abdul Kerim Effendi-