Bismillahi
Rahmani Rahim
El hombre debe concentrarse y
dar su corazón a Su Señor. El hombre primero debe limpiar su corazón para ser
capaz de decir: “Oh mi Señor, he limpiado el corazón y el trono espera por Ti. El
trono de mi corazón espera por Ti.” Entonces encontrarás paz en tu corazón. De otra
manera, no hay paz para ti. Ningún hombre en este mundo nunca ha obtenido (paz)
y ninguna va a ser capaz (de obtenerla) hasta el Último Día. Y la mayor parte
del tiempo, luego del Último Día, luego del Día del Juicio, habrá más problemas
para aquellos que constantemente pensaron y se preocuparon por el mundo. Te puedes
esconder de la gente, pero no te puedes esconder de Allah; y no te puedes
esconder de aquellos que tienen visión y que están observando.
Así que lo más importante es
concentrarse en el corazón e intentar deshacerse de todo lo que ocupa a ese
corazón. Si es el mundo, entonces deshacerse de él. Si son otras cosas,
deshacerse de ellas. El corazón en primer lugar es para Allah. Luego para Su
Profeta (asws), y luego para aquellos que Allah y Su Profeta (asws) aman. Entonces,
poco a poco, podrás tener espacio para algo más. Se te dará apertura porque
todos ellos que estás poniendo en el corazón están mirando a Allah. A nadie
más. Si pones al Profeta (asws) en el corazón, el Profeta está mirando a
Allah-swt-. Si pones a tu Sheykh, él está mirando a Allah. Todos ellos están
mirando a Allah. Así que en realidad es Allah quien está en el corazón. Por eso
se ha dicho de ellos (en un Hadiz): “Si los ves, recuerdas a Allah.”
Ellos te recuerdan a Allah
porque ellos están con Allah.
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