sábado, 28 de julio de 2012

En Honor a nuestro León Osmanlí

Bismillahi Rahmani Rahim

León de Templanza Real que marchas victorioso frente esta devota caravana, guíanos hacia la victoria final sobre los poderes opresores que desde el interior y el exterior pretenden dominar nuestros territorios.

Tú eres el resplandor cuya majestad sojuzga las bestias de la tiniebla; tú eres el filo arrebatador que propicia el sacrificio en el campo de batalla para que consigamos la trascendencia sobre nosotros mismos; tú eres el portaestandarte cuyo color enardece a la débil voluntad y la impele a obrar por la Causa del Señor de los Ejércitos.

En tu semblante llevas la impronta de los Héroes, y eres la dicha de Hazrat ‘Umar, Hazrat ‘Ali y Hazrat Hamza, quienes desde la cima del Monte Qaf ennoblecen la lucha que has abierto ante nosotros y que esperamos cumplimentar con el valor inquebrantable que de ti hemos aprendido.

Oh Portador de la Espada, que el Brillo del Hierro Sagrado ilumine nuestro sendero y sea la consumación de nuestra entrega absoluta; oh León de capa esmeralda, tras tus pasos llegaremos a la fuente de Kawzar para beber el elíxir de la inmortalidad y leales al pacto contigo arribar a los umbrales del Sultán.

¡Quiera el Sultán de la más elevada nobleza aceptarnos de tu mano con la satisfacción de haber cumplido nuestra misión contigo!

Oh León, tu has sido la espada en la mano del Profeta Guerrero para acabar con la sedición de nuestros elementos perturbadores hasta lograr lo completa sumisión. Así has vencido, y nosotros contigo, todo aquello que ha sido oposición frente a la Verdad.

Ante ti sólo nos queda presentar nuestros humildes logros y continuar en esta forja bajo la sombra de tu poderosa presencia.

¡Oh León, permítenos una vez más el inmensa regocijo de escucharte rugir tu himno de batalla que es Sabiduría para estos, tus vástagos, que te añoran al vislumbre del fragor final!

¡Entona, Cielo, tu alabanza, ya que el Jardín florece su belleza bajo la luz de los mártires que se han entregado a la Causa y desde allí nuestro León reverdece nuestra esperanza para germinar una vez más en el aliento del corazón anhelante!

El Sultán dispone, y la aceptación es lo que justifica nuestras decisiones.  

Dedicado humildemente de un discípulo a su amado Maestro.

2 comentarios:

  1. Alhamdulillah, bellas palabras para nuestro amado Sheykh, que su ejemplo nos lleve siempre hacia adelante. Salams. Tu hermano Nureddin.

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