Bismillahi
Rahmani Rahim
En la época de Rabia’
al-Adawiya, la gran santa del Islam, hubo dos grupos de gente que tuvieron una
enconada disputa. Un grupo decía que el sentido de su adoración era el
verdadero, en tanto que el otro grupo afirmaba lo mismo. Unos decían:
“Nosotros adoramos para
conseguir los frutos y placeres del Paraíso”
Los otros decían:
“Nosotros adoramos para
salvarnos de los tormentos del Fuego”
Y así estuvieron, disputando la
razón de la adoración, hasta que alguien dijo:
“En este pueblo vive la gran
santa Rabia’, una persona entregada al servicio de Allah. Vayamos a ella y consultemos
con ella cuál es el sentido real de la adoración, si el de unos o el de los otros.”
Mientras iban camino a ella,
Rabia’ ya había escuchado el fruto de aquella disputa mediante una Misericordia
de su Señor. Tomó un hacha y un cántaro con agua y salió apresuradamente. Le dijeron:
“Rabia’, tenemos que hacerte
esta consulta porque no nos ponemos de acuerdo”
Ella les dijo:
“En este momento no puedo
atenderlos, tengo que hacer algo urgente”
Le dijeron:
“Madre nuestra, dinos que es lo
que tienes que hacer y te ayudaremos, tus asuntos son también nuestros asuntos.”
Les dijo:
“No van a poder, ya que con
esta hacha quebraré los árboles frutales del Paraíso y derribaré sus palacios,
y con este cántaro de agua apagaré el Fuego del infierno. De esta forma sabrán
porqué adoran y a Quien adoran.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario