Bismillahi Rahmani Rahim
Estás enfermo, vas al doctor y
él te da un papel diciendo: “Lee esto. Preséntalo en la farmacia. Haz lo que
dice este papel (receta)”, entonces todos se apresuran en hacerlo. Sin embargo,
Allah dice: “Lee este Libro. También es una cura para ti. Contiene secretos que
cuando lo leas van a curar tu enfermedad”. Los enfermos no lo leen y los sanos
tampoco. En estos días todos hablan. Hablando si sentido. Hablando aquí y allí.
Alguien dice una palabra y el otro le responde con diez. El otro no piensa:
“Bueno, tal vez esta persona tiene razón. Me voy a detener (no voy a discutir)”. No. Sino que dice: “¿Él dijo eso? Le
retrucaré con cien”.
Esa es la instrucción que
proviene de sheytán. Sheytán dice: “Debes hacerlo. No seas indiferente. No te
detengas a reflexionar. ¿Quién es ese para decir lo que dice? Respóndele.
Tienes tiempo. Eres libre”.
Por tanto, esto demuestra que
el hombre es golpeado con este dunya. Todo el que es golpeado por este dunya
está sufriendo. El dunya, para el hombre, no es un sitio donde encontrar
disfrute y correr de un lado hacia el otro pensando: “Voy a obtener esto y voy
a obtener eso. Voy a ganar esto y voy a tener esto…” No. No es así. Tal vez,
cuanto más ganas… en esa aleya Allah dice: “Si estás ganando y no lo compartes
con los demás, entonces te será una carga”.
Así es que tenemos dos caminos.
O bien seguimos la dirección que el ego nos muestra, o seguimos lo que nuestro
Señor nos ordena. Si seguimos esas órdenes, puede que al comienzo parezcan muy
duras, pero es el camino más fácil. El otro camino es el camino complicado.
Siempre lo es, y siempre se volverá más y más complicado. Nunca será fácil.
Cada día que pase se volverá más complicado; cada mes y cada año. Pero los
días, semanas, meses y años que están pasando no nos prometen otra vida. Son
quitados de nuestras vidas y estamos descendiendo, expiramos, acabado.
Por tanto, la única manera de
encontrar protección de las trampas y engaños de sheytán es en el Libro de
Allah. Los creyentes deben llevar siempre ese Libro consigo. Siempre que puedan
deben abrirlo y leer. Ellos lo han hecho fácil para nosotros diciendo: “Bueno,
tal vez no entiendas este Libro. Lee hadices”. Si lees tres hadices por día,
entonces tu vida va a cambiar; sólo si tu lectura no es solamente leer: lo
tomarás y lo aplicarás en tu vida. El conocimiento sirve para saber. Pero,
¿para qué quieres saber? Aprender a leer y a escribir, ¿para qué? ¿Para qué vas
a la escuela a aprender a leer y a escribir? Para entender, para tener
conocimiento. ¿Por qué necesitas conocimiento? Para aplicarlo en nuestras
vidas. No para decir: “Sé tanto así, y sé tanto de eso”, entonces, cuanto más
sepas, más desconectado estarás del camino de Allah. Eso sucederá. A cualquier
lado que vayas abrirás la boca. Pensarás que sólo tú sabes. Sólo tú y nadie
más. Hablarás.
Y en estos días la gente ya no
necesita ir a ningún lado. No salen de sus habitaciones. Se sientan frente a
sus computadoras y le hablan a todo el mundo, dan consejos a todo el mundo; aunque,
mientras tanto, en sus pequeñas habitaciones, ellos están sufriendo.
Por esto, si quieres
protección, eso es lo que Allah nos dice: Esto es protección para ti, este es
el camino en el que te encontrarás a salvo, este es el camino en el que
encontrarás paz, ya que Él nos dice: “Si haces esto, entonces Allah no hará que
tu tiempo se pierda. Él te favorecerá”. Sí, te devolverá el favor. Favor en
dunya y favor en Ájira.
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