Bismillahi
Rahmani Rahim
Cuando llega el final, nadie
puede cambiar esa realidad.
Tan pronto en cuanto ese
espíritu abandona este cuerpo, el cuerpo ya ni siquiera puede permanecer
parado. Los dedos ya no se mueven. Nada se mueve. Ese espíritu abandona el
cuerpo. Cuando eso ocurre el cuerpo cae como una roca o madera o lo que sea que
arrojes y cae, y permanece de esa manera.
Luego lentamente empieza a
tener mal olor, comienza a desaparecer, y la tierra lo limpia todo. Lo que sea
que has puesto en el interior de la tierra, lo va a limpiar.
Si llegas a ese punto en el que
el cuerpo empieza a desaparecer (a descomponerse) y la tierra lo está comiendo,
eso también es un problema. Eso significa que no te has limpiado a ti mismo en
este mundo, por lo que la tierra va a lavar ese cuerpo para limpiarlo y en el
Día del Juicio Allah-swt- va a dar otro cuerpo a la persona que está bajo el
suelo.
Así que estamos creyendo en
eso. Nos estamos preparando a nosotros mismos para insha’Allah no caer en esa
situación y para que cuando salgamos de
este mundo nos vayamos limpios, cuando entremos a la tumba esa tierra no nos
toque y que ese cuerpo se levante (tal cual ha sido) para el Día del Juicio.
Eso es Marifat. Marifat es eso.
No el Marifat de caminar sobre el mar o volar por el aire, no. ¡Cuántos que en
estos días están diciendo: “Tengo estas habilidades, soy esto y soy aquello”!
Puedes tener cualquier cosa y
todo en el mundo. Puedes saltar desde aquí y alcanzar el primer cielo. Si no te
estás yendo limpio a la tumba, entonces no eres una persona con Marifat.
-Sheykh
Abdul Kerim Effendi-
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