viernes, 22 de junio de 2012

La Arrogancia de Namrud y el Poder del Mosquito


Bismillahi Rahmani Rahim

Namrud (tirano de Babilonia) dijo:

“Yo soy el señor de la tierra. Todo me pertenece.”

Y Allah puso frente a él un siervo (el Profeta Ibrahim) diciéndole:

“Deja esa arrogancia. Póstrate frente a tu Señor, Quien te ha dado todo ese poder.”

Le dijo: “¿Señor? Yo soy el señor. Yo soy el creador. ¿Qué es lo que hace tu Señor?”

“Él da la vida y Él la quita.”

Dijo: “Es fácil. Yo hago lo mismo.” Trajo dos prisioneros frente a él diciendo: “A uno lo dejo libre, le estoy dando la vida. Al otro le tomo la vida, mátenlo.”

Entonces Ibrahim le dijo: “En tal caso…” Los Profetas no discuten. Le dijo: “En tal caso, mi Señor levanta el sol desde oriente. Detenlo. Hazlo salir desde occidente.” Namrud empezó a temblar, y sabiendo que no podía hacer eso le dijo: “Ni siquiera ese que pretendes que es tu Señor puede hacer tal cosa.” Dijo: “Él puede.” Por eso, desde aquel día, Allah ha prometido: “Antes del Día del Juicio levantaremos el sol desde el occidente una vez. Asegúrate de que has pedido perdón hasta ese día. Cuando el sol se levante desde el occidente, llegue hasta el mediodía, y al mediodía regrese nuevamente al occidente, la puerta del perdón será cerrada. Luego de eso ningún pedido deperdón será aceptado.”

Así que Namrud declaraba: “Soy el señor.” Ibrahim le decía: “Has perdido la cabeza. No puedes ser señor de esta manera. Vuélvete, haz postración y pide perdón; Allah ha puesto un siervo débil como yo justo frente a ti para hablarte. ¿Lo entiendes? Te estoy hablando. Dentro mismo de tu poder he quebrantado tu autoridad y permanezco frente a ti hablándote.”

Y aquel dijo: “Estoy muy enojado con tu Señor. Así que dile que le declaro la guerra.”

Ibrahim (as) dijo: “Oh, ahora estás en problemas. ¿Estás declarando la guerra? Él no te tiene en cuenta para nada.”

Sin embargo la orden llegó a Ibrahim (as) diciendo: “Ya Ibrahim, dile que lo aceptamos. Aceptamos el desafío, y le estoy enviando Mi ejército.”

Y Namrud también preparó todos sus ejércitos. Como ahora en todos lados los gobiernos están preparando ejércitos, escuadrones SWAT, Fuerza Aérea, da, da, da, de toda clase, cuéntalos, y ellos dicen: “Somos los mejores.”

Y Namrud puso todo lo mejor que tenía diciendo: “Ahora el Señor de los cielos viene a la guerra conmigo. Prepárense.” No es una broma. Preparó todos sus ejércitos. Y esperaba diciendo a Ibrahim: “¿Él tiene miedo? ¿Por eso no envía sus ejércitos?” Ibrahim dijo: “Está llegando. ¿No lo ves? Mira el cielo.” Y vieron un punto negro moviéndose en el cielo que se hacía cercano, cercano, cercano, y decían: “¿Qué es esto?” Ibrahim dijo: “Esto es un ejército de mosquitos. Allah-swt- te está enviando un ejército de mosquitos. Adelante, acábalos.” Llegaron todos esos mosquitos, y todos esos soldados que estaban cubiertos (con sus armaduras) desde arriba hacia abajo, entraron en sus cuerpos e instantáneamente uno, dos, tres, comiendo sus cuerpos, y caían como esqueletos.

Namrud se encerró en un sitio elevado, circundado por vidrios, observando, estremeciéndose en el interior, pensando: “Hice algo bien. Me escondí.” Y encontró que un mosquito había entrado por la cerradura y daba vueltas por la habitación. Dijo: “¡¡Oh!!! ¡Qué voy a hacer?” Y de ese mosquito Allah-swt- menciona que tenía una pata rota y un ala quebrada, no era completo como los demás. Él-swt- dijo: “Como Namrud declaró señorío le estamos enviando al más débil de ese ejército.” Y Namrud daba vueltas intentando atraparlo, corriedno aquí y allí. El mosquito encontró la manera y entró a través de su nariz.

Esto es real. Entró hasta su cerebro y empezó a comer. Ese mosquito empezó a comer. Tan pronto en cuanto tocó el cerebro, “¡Ugggh!”, gritó. ¿Y ustedes piensan que tienen dolor de dientes? El dolor de dientes no es nada entonces (comparado con eso). Cuanto dolor les da sólo una pequeña molestia en los dientes porque tocas los nervios y llega hasta el cerebro. Imaginen a ese mosquito tocándoles el cerebro y comiéndolo, el dolor allí. Gritaba. Nada sucedía. Finalmente empezó a golpearse la cabeza y…”Ahhh”, se dio cuenta que cuando golpeaba su cabeza el dolor cesaba. El dolor cesaba porque el mosquito detenía su movimiento. Y en cuanto dejaba de golpearse, el mosquito empezaba nuevamente a moverse y el dolor otra vez comenzaba. Él había hecho una maza de madera. Tenía un guardia personal, un tipo enorme; le dijo: “Siempre que empiece a gritar, golpea mi cabeza con fuerza, usa esa maza.” Y eso fue lo que sucedió. Golpeaba su cabeza y el mosquito se detenía, el dolor se iba por un momento. En cuanto el mosquito volvía su tarea, empezaba otra vez a comer. Namrud gritaba diciendo: “¡Con más fuerza! ¡Con más fuerza!” Finalmente, incluso el que había sido preparado para hacer ese trabajo se cansó de él.

Ábrelo. Abre el libro de la Taurat (Torá). Está allí. Abre la Biblia. Está allí. Abrfe el Qur’an. Está allí. ¿Piensas que todos esos libros sólo son imaginaciones? Uno llegó hace siglos, el otro llegó tantos siglos después, y el otro tantos siglos después mencionando lo mismo. Finalmente se cansó de él y lo golpeó con tanta fuerza que abrió su cráneo, y ese peuqño mosquito que estaba en el interior se convirtió en un ave al comer el cerebro. Se alejó volando.

¿Por qué creen que Allah nos da esa historia en todos esos libros sagrados? Él nos enseña una lección diciendo: “No eres más que un siervo. No importa a qué estación has llegado. Vas a ser un siervo. Y si declaras algo más que eso, no lo estoy aceptando. Si te conviertes en un buen siervo Mío, te daré títulos. Puede que te convierta en Sultán. Pero llega desde las estaciones celestiales. Cuando llega desde allí nadie puede quitártelo. El mundo puede correr para tomarlo. No podrán. Es dado desde las estaciones celestiales.”

Así que Allah nos da explicaciones y enseñanzas de que cuanto más arrogante se ha vuelto el ser humano, con criaturas más pequeñas lo ha castigado.

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