sábado, 22 de marzo de 2014

Sultan Abdul Hamid Khan y el General

Sohbet dado por Hz Sahib us Sayf Sheykh Abdul Kerim al-Hakkani (ra) el 24/10/2006 en la Dergah Osmanli Naksibendi Hakkani, Siddiki Center, New York.

Bismillahi Rahmani Rahim
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Medet Ya Seyyidi Ya Sultanul Awliya, Medet.

Ocurrió un incidente. Esto se adapta para ti y para mí, para que comprendamos la historia de un hombre que estaba en el camino de Allah y que cumplía las órdenes al cien por ciento. Solamente hizo una cosa.

En el tiempo de Sultán Abdul Hamid Khan (Jannat Mekat), durante los últimos días, cuando había confusión en todos lados y Sultán Abdul Hamid Khan ya estaba casi solo. No tenía demasiados ayudantes a su lado. Tantos ayudantes se habían vuelto traidores y él no podía confiar en ellos. Entre algunos de los que podía confiar había un general del ejército, un general de alto grado. Mehmet Aqif Ersoy nos lo dice, él nos está contando la historia tal como ocurrió. Él dijo que luego de que el Sultán se retirara de este mundo, el Califato fue removido y las maldiciones empezaron a bajar sobre la humanidad. Cuando el Califato es removido entonces las maldiciones llegan de cualquier manera. No necesitas escucharlo por ti mismo. Maldiciones descienden sin parar sobre la humanidad diciendo: "Ustedes son quienes han removido al Califa". Y descienden las maldiciones, desde ese tiempo hasta ahora. Por eso es que no aceptamos su sistema, el sistema de democracia-hipocresía. Todo el que lo acepte está demostrando que no quiere al Califa, no quiere que eso gobierne. Por eso es que están alabando a la democracia. El Califato, eso es lo que Allah quiere.

Así que Mehmet Aqif Ersoy dice: "Cada mañana voy a la mezquita de Sultán Ahmet, en Jama'at. Voy temprano en la mañana y cerca del Mihrab veo a un anciano. Su cabello y su barba son completamente blancos, blancos como la nieve. Continuamente él está llorando. Cada vez que voy encuentro a ese hombre llorando. Desde afuera veo que él es el primero en la mezquita. Pero él siempre está sentado, haciendo tasbih y llorando. Un día me acerqué a él y le dije: 'Oh santo, ¿por qué lloras tanto? ¿Te has apartado de la misericordia de Allah? ¿Por eso lloras? La misericordia de Allah está llegando'". También le dijo: "Oh, estás viendo hacia afuera y lo que han hecho (al remover el Califato). Qué cosa más necia que han hecho. Por eso es que lloras".

El anciano le dijo: "No me hagas hablar. Mi corazón se detendrá". Le dijo: "Por favor habla. Dímelo". Dijo: "Te lo contaré. En tiempos de Sultán Abdul Hamid Khan (Jannat Mekan) fui un general de rango. Mis padres fallecieron. En la zona de Izmir teníamos muchas tierras y granjas. Así que mandé mi carta de renuncia al Sultán pidiéndole que me apartara del ejército. Al momento el Sultán me envió su respuesta diciendo: "No, ahora no podemos permitirnos dejarte marchar. Hay un gran problema que nos espera y necesito un par de personas como tú a mi lado. Así que no aprobaré lo que estás pidiendo". Dijo: "Estaba triste. Pero teníamos tanto trabajo que hacer. Un día necesité ir a Estambul y me dije a mí mismo: Ahora que estoy aquí voy a visitar al Sultán. A causa de que tenía una gran autoridad, yo podía ir y visitarlo". Por aquel entonces, en la mañana, la puerta del Sultán estaba abierta para todos. Hoy en día ni siquiera el intendente abre la puerta para la gente. La puerta del Sultán Otomano estaba abierta. La gente llegaba y daba sus quejas, pidiendo y hablando. Esto era en el peor momento.

Así que dijo: "Llegué ante el Sultán. Él estaba sentado sobre su sillón. Me miró y bajó su rostro. Ya no me miraba. Dije: 'Su Majestad, te he enviado una carta'. Instantáneamente me dijo con dureza: 'Te he enviado la respuesta'. Dije: 'Así es, por eso es que ahora estoy aquí para pedírtelo, debido a que esta es la excusa que tengo'. El Sultán movía su cabeza. No me miraba, y nuevamente pedí que me dieran el alta. Así fue que levantó su rostro, me miró con rudeza y dijo: '¿Entonces qué puedo hacer? ¿Tanto lo pides? Márchate'. Y lo exceptuó. Asunto acabado. El Sultán movió su mano de esta manera. En nuestra tradición, si alguien te habla y te dice: 'Muy bien, márchate', significa: 'Ya no estoy feliz contigo', y mueven el dorso de su mano hacia ti. Cuando dicen: 'Anda con bendiciones', es de esta manera, con la palma de la mano hacia ti. Pero cuando es con el dorso de la mano, de manera correcta significa: 'Piérdete'. Continúo contando: "Esa acción me acabó. ¿Pero qué podía hacer? Ya no podía revertir esa situación, y regresé".

"Muy poco tiempo después ocurrieron tantos incidentes que entendí por qué el Sultán no me quería dar el alta. Pero una noche tuve un sueño. En el sueño veía al Ejército Otomano. Estaban todos ubicados en líneas rectas. Todos los generales estaban al frente del ejército y llegó Sultán Abdul Hamid Khan y los saludó. Y el Profeta (asws) se encontraba frente a él, y él (el Sultán) decía: 'Ya Rasulullah, el ejército del Islam está preparado. Como gustes. Da la orden. Haremos lo que mandes'. Todos veían al Profeta (asws) excepto yo. Cuando miraba desde lejos veía al Profeta (asws) como una luna, brillante. Pero no podía ver al Profeta (asws) (en su forma humana). Sin embargo el Sultán y todo el ejército lo veían".

"Y el Profeta (asws) miró el ejército desde el principio y llegó al final, y el batallón, el grupo del final se suponía que estaba bajo mi autoridad. Pero yo no estaba allí. Entonces todos los soldados estaban muy desaliñados. No estaban en orden. El Profeta (asws) miró al Sultán con rudeza y le dijo: '¡Ya Sultán! ¿Dónde se encuentra el general de ese grupo de gente?', y el Sultán bajó su rostro diciendo: 'Ya Rasulullah, ese quiso retirarse tempranamente. No quería darle el alta pero lo pidió reiteradamente. Así fue que ya no pude decirle que no. Entonces lo envié a retiro. Lo hice marchar'. El Profeta (asws) lo miró y dijo: '¡Ya Sultán! Al que hiciste marchar también lo haremos marchar de nuestra asociación'. Luego de aquel día jamás dormí por la noche. He estado llorando sin detenerme pero no he tenido sueño alguno. Luego de aquel día abandoné todo. Dejé todas mis pertenencias a la gente. Allah me envía el sustento pero he perdido. No he visto al Profeta (asws) y luego de eso ya no tuve más sueños buenos".

Esto no es una broma. Esto es real. Real, real. Si entiendes lo que eso significa entonces llorarás mucho. Si no lo entiendes entonces eres un asno. ¿Qué podemos hacer? Del modo en que vives será como mueras. Del modo en que mueras seas levantado. Esto es un hadiz-e sherif. Si mantienes a Allah como prioridad, entonces Allah te mantiene como prioridad. Si mantienes a Allah de segunda clase, entonces te estás acabando a ti mismo. Allah nunca es segundo. Si el mundo entero dice: "Mantenemos segundo a Allah", Allah no es segundo. Allah es primero. Es una bendición para el hombre que entienda el favor que Allah le ha concedido al facilitarle Su alabanza. Como dice Sheykh Mevlana: "Vive por Allah y muere por Allah". Es una bendición para ti. Entonces Allah pregunta: "¿Qué quiere Mi siervo? Dádselo". Y cuando tú dices: "Ya Rabbi, quiero, quiero", Él dice: "Lo que quieras. Cuando estás a Mi servicio te lo doy todo. Dices que Me amas, Yo te amo y también Soy tuyo. Estoy a tu servicio". Allah está a nuestro servicio. ¿Qué servicio le damos a Allah? ¿Qué hacemos, huh? Sólo levantarnos e ir arriba-abajo. ¿Ese es el servicio que le damos a Allah? ¿Eso se adapta a Su Majestad?

Él nos da todo y nosotros no podemos devolverle nada. Lo único es cumplir Sus órdenes, intentar cumplir Sus órdenes. Entonces te estarás dando honor a ti mismo. Todo el tiempo Allah te está concediendo más honor. Todo el que deje a Allah, que se aleje de Allah, pierde su honor en dunya y pierde su honor en Ajirat. Esto es suficiente para ti y para mí.

(...)

Así que sé feliz con lo que Allah te Ha dado. Si eres feliz con Allah entonces Allah es feliz contigo. Si no eres feliz con Allah, no vas a molestar a Allah porque no eres feliz con Él. Pero si Allah no es feliz contigo entonces te espera el desastre.

Wa min Allahu Tawfiq.

Fatihat.

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